Perseguir un rastro

Museo Evita Palacio Ferreyra, Córdoba, Argentina- Dic 2024- Marzo 2025

Perseguir un rastro

Desde hace algunos años, Majo Caporaletti concibe a la pintura como refugio y como método para comprender. Un espacio de pensamiento donde la pregunta por lo que hay detrás —del otro lado de la materia y del espíritu— insiste en aparecer.

En esta nueva exposición salen a la luz una serie de paisajes internos, que evocan las sensaciones que se imprimieron en su cuerpo durante un viaje al desierto de Atacama. No hay aquí una voluntad de registro. Para eso estuvo la fotografía, herramienta que cumplió su función de archivo. La pintura, en cambio, opera como dispositivo de reactivación sensorial: un medio para volver a recorrer ese espacio, y conectar con la emoción que despierta un paisaje. 

En estos paisajes interiores, un mundo aparentemente real, se abre a lo extraño, al misterio. Majo reúne en sus pinturas, una y otra vez, la acción de dos fuerzas contrarias para provocar el estallido de la materia. Luego de acercarse a las fuerzas de la naturaleza y participar de sus secretos, sus lienzos se llenan de alegorías a los procedimientos de disolución y recomposición, de cambio y renacimiento, de la materia viva. En efecto, surgen de la voluntad de fijar, a través de la luz de la pintura, una luz tan vasta como la que flota sobre el agua, la que ilumina el rostro ajeno, la luz que se esconde detrás de los ojos. 

En consonancia con sus investigaciones y búsquedas espirituales, con estas imágenes logra simbolizar la transformación del ser como parte de los ciclos naturales. Así, el paisaje de Atacama se vuelve un espejo movedizo —una pantalla ondulante, sobre la que puede proyectarse un espacio otro, diría Verónica Gago— donde caben todos los espacios posibles. 

 

Carolina Cuervo